miércoles, 23 de mayo de 2012

Escrito no es tan fácil como hablado....

  Everything should be made as simple as
possible, but not simpler (Albert Einstein)

Escrito no es tan fácil como hablado
Por Alfonso Gonzalez
    Contrariamente a lo que se dice por allí, encuentro que decir algo a través de la escritura no es tan fácil como expresarlo de forma hablada. 
Después de unirme a un taller de escritura de ensayos literarios, me di cuenta que incluso para aquellos que han hecho de este arte algo cotidiano en su vida, el escribir no se da en abundancia.
La lógica me hace pensar que este fenómeno no solo ocurre en mi taller, sino en cualquier otro, o tal vez no sucede en esos talleres de poesía. En lo personal me parece que los poetas siempre logran escribir algo, aunque pareciera que sus versos no tengan sentido alguno.
Algunas veces he pensado que la dificultad de escribir es algo de nuestra cultura, que el latino es más propenso a hablar que a escribir. Tal vez será que la escritura demanda mayor reflexión y estructura. O que nuestro corazón es tan caliente que no logramos guardar las palabras mas que algunos segundos.
Por supuesto que la historia puede enlistar a grandes escritores Mexicanos. Nombrarles aquí sería injusto para aquellos que escaparan de mi memoria.
Mas que hablar sobre sus importantes obras y que les inspiró a escribirlas, me pregunto si llevar acabo la tarea de la escritura se les dificultaba mas que el hablar sobre sus sueños, experiencias o inquietudes de forma coherente.
El proceso a primera vista parece simple, piensa, imagina, medita y plásmalo en un papel.....Debo decir que en mi caso la mayor parte de las veces termino haciendo dibujitos, de los cuales mejor no hablo para evitar ser analizado por algún Psicólogo y calificado de una forma grosera.
Pero a final de cuentas el proceso solo inicia cuando escribes algún texto, lo difícil viene al momento de compartirlo, de exponerlo, de hacerlo libre, de entregárselo al público. Habrá quien diga que escribe solo para si mismo, otros se lo confían a su persona favorita, lo envían a alguna revista, lo publican en un blog ó hasta lo presentan en un taller.

   Lo mejor de mi taller de ensayo, sin querer ofender a nadie, es el sobre-taller. Es decir, el post taller que se lleva a cabo en diferentes bares de la zona de Chapultepec. 
No es que alguno se le tache de ser alcohólico, sino que al compas de la cerveza, la critica y las ideas se hacen presentes de forma mas honesta. 
El taller se desarrolla mas o menos así:
 Comentamos un ensayo o pseudo-ensayo, según el punto de vista desde el que se le quiera juzgar. Creo que su género nunca quedará claro, y si alguien lo sabe, difícilmente lo podrá explicar. 
Después de la lectura vendrán todo tipo de apuntes, críticas, reflexiones y hasta chistes sobre la lectura. 
La variedad de estos radica en los lectores más  aún que en los autores.
Después de despedazar literalmente el documento, se verá quien es el valiente o el afortunado en presentar un escrito propio para su discusión. 
Pese a los nervios naturales de exponer a los demás algo que es muy tuyo, único y súper original, al menos antes de ser leído, sabes muy en el fondo que la crítica no será tan dura, tan voraz  como la que se llevó a cabo cinco minutos antes de tu osadía. 
Habrá que decir que la falta de rigor de la crítica dicen que se justifica, ya que se busca promover la escritura, motivar al literato que llevas dentro. Pero la verdad es que lo que aquí sucede es mas bien una muestra de camaradería y sentido común "No hagas a otros lo que no quieras que te hagan a ti".
Después de escuchar lo que algunos tienen que decir de tu obra; que si esta bonita, que suena bien, que parece un cuento, que es bastante bueno para ser tu primer intento o que han escuchado peores, el calor comienza a bajar de tus mejillas, las mariposas abandonan tu estomago y la  sequedad en tu boca comienza a clamar por una buena cerveza, de preferencia oscura y acuerpada, con un aroma a café.
Si tienes suerte solo habrá una lectura más y difícilmente será mas extensa que seis cuartillas. 
Entonces el momento mágico llega, las lenguas se afilan, el alboroto se genera y la decisión se toma "Al bar de la guerita"en donde hasta Joaquín se atreve a tomar una cerveza siglo 21, y hasta de hidalgo por una sonrisa de la mesera.
Una vez en la mesa, todos con cerveza en mano, relajados y honestos, las palabras, la critica real no se hace esperar. Es aquí donde realmente escucharás que tu papel fue una basura o que es realmente rescatable. Este el momento de sumar los cometarios del taller con los del post-taller y dividirlos entre dos para que decidas si vuelves o  no a escribir, si lo tuyo es mas una afición o un capricho. 
Si por alguna extraña razón pensaste que no tienes madera de escritor, la conversación te dará interesantes ideas, incluso aprenderás nuevas palabras y formas de expresarlas, vendrá a ti un deseo de llegar a casa y apuntar en tu cuaderno favorito el tema para tu siguiente  escrito.
Y al día siguiente, cuando te encuentres frente al papel, con lápiz en mano y con todas estas ideas rondando por tu cabeza, mirando a tu cuaderno de apuntes y sintiendo que el corazón te explota de emoción, probablemente dirás ¿y ahora que escribo?