viernes, 28 de diciembre de 2012

Un año más..... Sin tí.

El final del año se cuenta ya en horas, el dos mil trece se asoma en el horizonte, por allí, por esa colina que el sol escala cada mañana de forma inevitable. Me he mirado al espejo y aunque mis ojos parecen los mismos de siempre la verdad es que ya no miran igual. Todo se ha vuelto gris y azul, pero un azul bastante fuerte, uno que la luz dificilmente logra penetrar. Mi corazón late de la misma forma, pero ya no siente igual.Es muy blando,casi derrite por dentro, pero por fuera se ha formado una coraza que ya casi no le permite funcionar. Tu partida, ese viaje sin retorno nos ha dejado desolados, nuestra brújula ha perdido el norte y las nubes, oscuras, grises y amenazantes no permiten a las estrellas asomarse para guiar al menos un poco nuestro camino. Tu esfuerzo fué grande, tu ejemplo fué magnífico pero ha sido muy dificil de seguir. Tus palabras dulce y tus consejos únicos se extrañan más que nunca, más que siempre. Temo que no podré volver a ser el mismo. No encuentro el equilibrio, el punto medio y el perdón. Solo el desconsuelo y la desesperación de saber que no puedo más ser aquel a quién veías con ojos de orgullo y satisfacción. Madre me he vuelto debil y ausente. Te pido perdón.